No sabíamos que se venían tiempos oscuros. Lima 1984. Yo venía de un Cono y detrás de mí quedaba un desierto. Cada vez que me alejaba me acercaba al desierto. Cada vez que me sacaba la ropa o los zapatos saltaba un desierto. Me llevé ese desierto a cada lugar que pensé. Lo escupí en algunas palabras que llamé poesía.

Qué habrá sido de ti Sonia Suzuki

Por Roxana Crisólogo

Qué habrá sido de ti Sonia Suzuki

hoy que la descomposición es la química que cobra sentido

que los árboles están llenos de ese limón sin jugo

que pequeños pájaros picotean en las sobras del día

pero son las moras las que tiñen

las aceras de ese algo muy parecido a la sangre

que no es la de los periódicos ni la que está en boca de todos

la verdadera sangre que en los periódicos se limpia la boca

la evocamos

en las flores que arranco

y me acomodo detrás de la oreja

por eso el cielo es así de un gris que no me explico

y las nubes no se ponen de acuerdo para hacerlo explotar

Nos llevamos todas las flores para deshojarlas y succionar su sabor

preguntándonos si o no éramos las hijas amadas

pequeñas explosiones en el pecho

entonces no había esperanzas

pero en la química habría futuro te dijeron

Todo lo que explique mezclas y cambios abruptos

Todo lo que implique medir y combinar

restarle y sumarle al cuerpo

es progreso es ingeniería

pero no podías concentrarte en más mezclas

que en las que tenías en tu corazón

en la confusión que era la felicidad de no saber nada de nada

de no querer nada de nada

estábamos sueltas por las calles del viejo centro de lima

me ibas a contar de tu abuelo que fundó un negocio de la nada

que de la nada un día abrió una tienda y luego otra

sin hablar una sola palabra

Otra vez la química de los saltos perfectos la perfecta

combinación de lo que explota sobre su eje

la explosión provocada para reunir

y la nada como lugar mítico

Me ibas a hablar

del Perú Shimpo donde publicaban los nacimientos

Íbamos a aprender japonés juntas y juntas nos iríamos al Japón

ahí sí nos iban a reconocer el mérito de atravesar el futuro sin mirar atrás

pero nuevamente la química

los saltos abruptos de la necesidad el deseo

La última vez caminamos a registrarnos en el servicio militar obligatorio

nadie nos necesitaba entonces

tampoco la patria

habría que marcharse a algún lugar lejano

entonces no existía África

no sabíamos que se venían tiempos oscuros

Lima 1984. Sueltas en el centro de Lima

nos llamaban chinitas qué hacen tan solas

y la lengua encogida guardándose para un mejor momento

y el cerebro que guarecí en una bolsa que los pájaros se peleaban

por agujerear

Y las calles se llenaban de más vendedores y gente que huía

y fundaba un país sobre sobre nuestros pies

y yo bailaba para acallar ese país y a ti te pareció folklórico mi baile

la bolsa de bayeta que me atravesó el pecho

las trenzas que se empezaron a tejer en mi rostro

te pareció hacinamiento números demasiadas mezclas

mis dudas oxidando el aire

creciendo sin contención demasiadas palabras

Algo corría a contra corriente que no era yo

Algún animal pequeño competía consigo mismo

y todo terminaba en el desierto

como cuando me dormía en el bus y me olvidaba del mundo

Yo venía de un Cono y detrás de mí quedaba un desierto

cada vez que me alejaba me acercaba al desierto

cada vez que me sacaba la ropa o los zapatos saltaba

un desierto

Me llevé ese desierto a cada lugar que pensé

lo escupí en algunas palabras

que llamé poesía

Un día te busqué por las calles de La Victoria

negocio de medias después del de los disfraces

antes de los restaurantes con patos boca abajo en las vitrinas

toldos que no dejaban ver el futuro ni las intenciones

entre los maniquíes de espaldas

el cuerpo que se iba formando en la nueva ciudad

no nos dejaban ver la nueva ciudad

cerca del Congreso

un día que no hubo marchas ni ninguna masacre que obligue

a madres y hermanas a llenar las calles

a espaldas del Mercado central

llegué te vi y fue como si la química finalmente

lo hubiera desvanecido todo en el cloro de una limpieza implacable

en una gran explosión

en el té que me ofreciste

antes de seguir mi camino.